¿Sabías que baño turco y sauna no es lo mismo? Muchas personas necesitan su momento para relajarse después de tanto estrés y una de las mejores opciones es un buen descanso a través de los tratamientos de calor.
¿Cuál es el origen?
El baño turco surgió hace miles de años en Turquía y después se fue expandiendo por Roma y la Antigua Grecia. Y la sauna tiene origen en los países escandinavos, más concretamente en Finlandia.
¿Calor seco o calor húmedo?
La diferencia más destacada es que el baño turco ofrece calor húmedo porque su elemento principal es el vapor de agua; y la sauna brinda un calor seco ya que las piedras se calientan e irradian calor por todo el lugar.
La temperatura
En el baño turco y en la sauna las temperaturas son muy altas. El baño turco ronda entre los 80º y 100º, mientras que la sauna destaca por tener un temperatura menor, entre 50º y 70º.
¿Azulejos o madera?
De forma general, el baño turco está diseñado con azulejos ya que al tener excesiva humedad, necesita de un material que al mojarse no dé ningún tipo de problema. La sauna se caracteriza por tener bancos de madera ya que no se calienta demasiado y absorbe bien.
Tipos de beneficios
Ambos tratamientos de calor se definen como wellness porque consiguen un bienestar físico y mental completo. Es cierto que el baño turco se centra en la limpieza de los poros y la hidratación de la piel para que quede muy suave, mientras que la sauna sirve para el alivio nasal, el dolor de cabeza y la liberación de toxinas.
En definitiva, el baño turco y la sauna tienen diferencias entre sí y, si deseas relajarte, no dudes en visitar alguno de estos.